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El día en que te bajaron en estéreo

Cuando estudiaba con miseria en aquel cuartito oscuro al que a duras penas le entraba la luz de las bombillas de la calle revelando eternas motas de polvo suspendidas en la música y en el aire denso e irrespirable por los millones de cigarrillos que nos habíamos consumido en una noche de seis botellas de vino y algunos porros, Tomás y yo introdujimos a Marcelita en la senda deliciosa del sexo grupal que ninguno había atravesado hasta ese momento y siendo una historia tan cliché y miles de veces repetida les digo les refiero con fidelidad el único sobresalto que vale la pena ser referido y anotado y que se nos quedó grabado para siempre en nuestras mentes y que aun hoy tantos años después lo traemos a colación cada vez que nos vemos, con muchos tragos en la cabeza y el calorcito inevitable del recuerdo sexual del haberse visto empelota de haberse besado manoseado de haber sido joven y follado sin moral: el líquido. ¡Oh, gran dios, el líquido! ¡Salud!

 

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Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
Ilustradora. Fragmentando ideas, recorriendo el mapa interior. Jugando con las posibilidades de los espacios en blanco.
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No pares, ¡sigue leyendo!

Mañana

Futuro

Así será mañana, después de recibir tu costilla. Será justo cuando termine de preparar el pan y la mesa esté lista. Ahí, entre…

¡Grrrrr!

Primero fue el texto

No juegues a ser monstruo, no te queda ese color. Si supiera que puedes asustarme con tus artimañas habría comprado un escudo protector…

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