Skip to content

El momento oportuno

Hay un tiempo para comer y un tiempo para beber, un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar. Hay un tiempo para estar ahí, aquí, y un tiempo para recordar.

Hay, sobre todo, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse, para hundirse, para sublimarse, para comprimirse, para apretarse, para dejarse ir. Hay un tiempo para hacernos los unos de los otros, para someternos, para domesticarnos y para agradecernos. Para encontrar la felicidad en el esfuerzo bajo el sol.

Hay también un tiempo para buscar y un tiempo para perder.

Hay un tiempo para demoler y un tiempo para construir, un tiempo para matar y un tiempo para curar. Hay un tiempo para dedicar todas las potencias y la ira y la sed y las uñas a un corazón dulce.

Hay tantas maneras de cavar una tumba, pero prefiero dragar la apatía.

Loading
Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
Ilustradora. Originaria del D.F., estudié Arte en Cuernavaca, aunque dibujo desde siempre. Ni de aquí ni de allá, soñadora e imaginante.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Volver arriba