Mar de nervios en esta carne contrahecha. Sentir, sentir, sentir. Y de ahí pensar. Y así decir. Y en todo eso vivir. Vivo colgada de la parte baja de la J en la palabra ojalá.
Yo ando en construcción… todavía. En ello encuentro el vértigo. En el contacto con alguienes la adrenalina.
Creo que besar es lo mejor que podemos hacer. En segundo lugar, creer. Escribir es una forma de besar y de creer también. Por eso escribo.
Soy risafácil y lágrimaveloz, así, a la vieja usanza. Bailo todo el tiempo: con los pies, con los ojos, con las manos, con y sin ritmo, con las palabras hasta el peligro de enmudecer.
Abrazo el cambio como quien abraza un puercoespín, pero me lanzo y ahí voy.
