Lluvia de ideas
¿Carece todo de sentido? Los árboles pierden hojas. Primer verso. Tacha. “Inconexo” al margen. Mira el charco de flores de jacaranda por la ventana, y…
¿Carece todo de sentido? Los árboles pierden hojas. Primer verso. Tacha. “Inconexo” al margen. Mira el charco de flores de jacaranda por la ventana, y…
Lo reconocí mucho antes del amanecer. La luna entraba voraz por la ventana, pero no lo iluminaba; lo sentía aunque no pudiera verlo. El cuerpo…
Sereno, sereno: recuerda tu clase de yoga, respira tranquilo, mente en blanco. Sí, mente en blanco, inhala lento, exhala largo… ¡A la mierda, qué! “Respira…
Por bando real, el contacto quedó prohibido: el abrazo, el roce, la caricia, los rasguños fueron eliminados del catálogo de la vida cotidiana. Un pueblo…
Practica artes marciales, para defenderse, para defender, para saberse poderosa. No es inusual verla en las distintas asambleas de la semana (Martes, charla “Patriarcado y…
Se había desnudado a pesar de las estrías en las nalgas y las caderas afiladas, las costillas y los codos prominentes; de la única luz…
Las piedras, la tierra suelta y fresca, los árboles y sus raíces de granito, los brotes apenas anunciados, las tortuosidades de los ríos; plumas olvidadas…
Se desprendió la boquilla de marfil de los labios y me acarició la solapa del saco con la punta de los dedos. Rozó el fistol…
Carísima y castísima D.a Carlota Agradezco Vuestra palabra encomiosa y la su gentileza con que de mí fala a su esposo. Por sus cortesías sin…
El cielo iluminó el pastizal y un soplo trajo un sabor a madera. Los sentí acercarse uno a uno, sus ojos encendidos y sus respiraciones…
La abuela… Cuando tenía cuatro meses de nacida, dice, se le cayó al bisabuelo y se rompió un dedo del pie (dice que fue el…
Malditos hipsters, todo lo arruinan con sus chingados perros de razas exóticas y sus estúpidos sombreros. Todos siempre vestidos de colores chillones; ¿acaso no les…
¿Cansado de la rutina en la oficina? ¿Hastiada de la monótona vida familiar? ¿Impaciente por explorar, pero temeroso de los riesgos? ¿INSATISFECHO y FRUSTRADO por…
No me gustan las galletas de limón. Ni los dulces de menta. Por eso le dije que no. Pero tenía panecito de chocolate y unas…
Suceden de noche: el hambre y —sobre todo— los apetitos. Un aroma acre se agolpa en la nariz con reclamos de atención silvestre, se yergue…
Ya no tiene 23 ni esas piernas soberanas y dulces. Ya no son esas zancadas y horcajadas ágiles que arrancaban sorpresa cuando bailaba, cuando se…
Regresó a la cocina. Sobre la mesa, las piezas de carne descansaban dispuestas, sin gritos ya. Mojó la piedra para afilar el mondador, el hacha,…
Buscó el vestido que le resaltaba la sonrisa. Se pulió los brazos hasta la refulgencia. Encontró en el espejo sus ojos teñidos en añil y…
Rebosan las mesas. Los cántaros, los tarros de sal, el pan oloroso de recién cocido, los platos generosos de mole y arroz y frijoles en…
Sé mi Salomé. Arrópame. Baila y bebe y susurra mi nombre mientras inscribo tu nombre en el nombre de todas las flores. Te daré todas…
Camino. Zancada a zancada desprendo el suelo bajo los talones. Desplanto sigo avanzo giro. No me muevo. Doy un paso y el mundo abre sus…
Te dormiste en tus laureles, Laura. Quisiste escapar de la ciudad, de tu cansancio, de la escuela y tus pendientes; de él (de su cariño…
Creí que en mi cuerpo se sostenía. Creí que por una vez «vida en común» comportaba un significado. Creía que siempre estaría abrazada a mí.…
Virginia escucha el maullido de un trueno disuelto a la distancia. Media hora, no más que eso; después tendrá que correr. Apura las diligencias de…
– De este lado puede quedar la torre de investigación: según el estudio de suelos, resiste un terremoto de hasta nueve grados. –¿Los cinco pisos?…
Mi especialidad son las malas noticias. “Imelda, esa cerveza es la noche”; apenas levantó los ojos, hundidos ya, e intentó buscar su camino, serpiente varada…
Solía tener la carcajada ágil; aunque reservado, solía ser un niño alegre, el raro que prefería dibujar a jugar futbol. Inventé diez o doce planetas;…
mente, se ha normalizado hasta tal punto la conformidad con el dictum político —el de la autoridad normada por un mercado de intereses comodificados que…
En ese campo un día crecerán setas, se levantará un árbol y su sombra se derramará sobre cada brizna de hierba. Vendrán las bestias y…
Un día me voy a levantar a una hora razonable, voy a desayunar algo más que café (jugo, dos rebanadas de tocino, pan integral), voy…
Se disolvieron los pies, pero no se derrumbó. Pronto siguieron las piernas tostadas y las flores ocultas del vientre, las caderas que alguna vez flotaron…
En esta torre está tu abuela, tejiendo todavía esa bufanda que te prometió cuando tenías cuatro años y que ya de tan larga podría pender…
Se miran. Se vuelven de pronto dos destellos e iluminan las corrientes. Destierran la solemnidad, soplan con la boca expansiva que alza las olas y…
Intentó el honesto amor de Octavio, sus zalamerías, sus guiños, sus flores siempre luminosas, hasta sus promesas de rizos ensortijados y manos perpetuamente engranadas. Intentó…
Ahí los veía venir, ahí venían todos, todos esos recuerdos que se encontraban su escondrijo entre las manadas de tonterías del diario. Y ahí venían…
En ella vio las mismas sombras, hablaban de los mismos fantasmas. La misma acidez patibularia cada vez que se sentaban a la mesa a ver…
—Dame la mano. Le dio la mano. Avanzaron treinta pasos más, cuando despidió al criado. —Regrese, Eleazar. No entre al pueblo: pronto estaré de vuelta.…
Cruzamos el desierto siguiendo el fuego. Entonces encontramos el mar y supimos nuestra sentencia: en cuanto nos alcanzara el ejército seríamos pasto de los chacales.…
Sabes que hicimos todo, le arrancamos agua a las piedras para darle lo mejor a Manuel, lo que necesitara. También eso; ninguno creyó que podría.…
En un instante la noche consumió la tarde y la luz se perdió entre las nubes. Un relámpago nos devolvió el día; a causa del…
Para ese momento, el fuelle del pecho se despegaba en un delirio. Probablemente —no podría saberlo— tendría dos costillas rotas, quizá la nariz, quizá ya…
–No mames, está delicioso. O tro ni vel pa pá. –¿Te sirvo otro? –Mejor un abogado, mirrey. Los burócratas luego me indigestan. –Uta, qué delicado……
El dolor de espalda perenne. La mala noche. El hombro. Cualquier tiempo para el desayuno: escaso, rayano en nulo. A la mano y en el…
El primer tramo del descenso fue ordinario. Pronto la penumbra y la marea, ajenas a las parvadas de estrellas, cobraron autonomía. Pero el halo de…
En el recuerdo se instala un día, una memoria, opaca y turbulenta, extendida, desordenada, como todo recuerdo. Se escucha, siempre, un estribillo. Will tear us…
Toda cicatriz carga memoria. Accidente, necesidad, a veces intención, pero siempre porta razones: «rompí una ventana con la palma y me pusieron cinco puntos; casi…
Un lazo es fibras. No es sin nudos. Cuando unos lo piensan apéndice o decoración, para mí es sufijo de la piel. Se atan las…
Las ideas no corren por sí mismas, ¿sabes? Se reproducen, volátiles, de unos a otros, se escabullen como las sombras que se hunden en las…
Me sentó por fin en una silla del comedor. La madera me recibió y los cantos se hundieron en mis piernas. Ensartó las agujas con…
Hay un tiempo para comer y un tiempo para beber, un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar. Hay un tiempo para estar ahí,…
Cruza Horacio la penumbra. Un bulto murmulla a su atención: en el jardín central del parque, una mujer está reclinada al pie del almendro. Los…
Tú crees que estoy sola. Sola. Sumida en un torbellino de angustia. Aterida e indefensa, penando porque tú no estás. Tú crees que tiemblo, que…
La noche colmada de borrasca dio paso, por un instante, a una leve nevada. La luna iluminó el polvillo que levantaba el viento; en lo…
Miguel… siempre nos dio ternura. Era el primero en hacer lo imposible, y de alguna manera llamaba nuestra veleidosa atención. Ese fue su error. Sus…
–Debieras callártelo, ¿sabes? Como si tuvieras algo importante que decir… –Me importa un carajo y menos que eso, así que vete a la mierda. Dale:…
Sí, mire: Productos de Calidad pone a la venta –en promoción– la crema relajante para aliviar, mejorar, paliar, aminorar el cansancio y el estrés de…
Las sombras nacen de los troncos oscuros, como el viento de las copas; apenas la tarde se deja vencer, estiran sus dedos largos y se…
Atlas abandonado sostiene la calma en su espalda a nuestra espalda. Mejor es que no la deje caer, que se mantenga firme, que su mirada…
En torno, los árboles –formados en pelotón que perderá todas las batallas– se yerguen tejiendo un firmamento, uno que nos arropa. Bajo las nubes de…
Conservo sólo los guantes largos de mi madre. Siempre pensé que eran de raso fino, pero ahora veo que no. Siento que no. Aunque en…
Por su espalda se escurre la lluvia. La placa, el golpe, siguiente: de nuevo. Mira –no se sabe si atónito o gozoso– frente a él,…
Las cuerdas se tensan, su entramado escribe sobre mi piel; la presión en el cuerpo tiende a cambiar el miedo. De los hombros parten y…
Ocho de la mañana y alguien atina a llamar a la puerta; a estas alturas ya todos me parecen Testigos de Jehová… ¿No ven que…
Atado a la roca, Loki… Fenrir también. ¿Son las entrañas de Nari las que te retienen? Tu propio hijo, muerto entre las fauces de tu…
Saliste incólume sin que nadie te viera. Tienes la boca seca y te sabe a almendras; crece la sed, pero pesa más el cansancio. Al…