Bulevares y ramblas
Caminar sin rumbo fijo era tal vez una de las cosas que más le fascinaban en la vida. Salir y agarrar una calle hasta desgarrarla…
No mentirás
Mientras usted se quita el abrigo y deja a un lado su paraguas, le doy la bienvenida a este templo. Verá, el templo no es…
Por Yelikat
Con todo el amor de mi hemisferio derecho
¿Me amarías tanto hasta que se te duerman las manos y sientas que no volverás a sentir nada más que no sea mi mano tomando…
Llamas a mí
La lluvia de fuego era lo de menos, no había nada qué quemar. Estábamos solas y apenas alcanzamos a agarrar un par de cosas antes…
Por Ruth Brenes y Yelikat
De Álvaro, para Clara
Existe en el hecho de dar, en la entrega desinteresada, un pequeño suicidio del alma negra; cada vez que se extingue en la carne el…
El sucio negocio del amor
Llevaba las monedas apretadas en la mano sintiendo, oliendo, saboreando casi ese metal, ese olor insufrible de la moneda vieja que además no se borra,…
Perro con collar de perlas
Supongo que aún te cuesta algo de trabajo caminar con esos tacones, pero te sienta muy bien la comodidad de ese collar de perlas. No…
Angustia
Se podría suponer por la posición del cuerpo de la mujer que admira el paisaje sobre el puente colgante, que una calma silenciosa la embarga,…
Por Yunuen Cuenca y Yelikat
Contra tiempo
De un tiempo a la fecha, el árbol de la esquina crecía hacia fuera, sus raíces sobresalían de ras de piso. Muy por debajo de…
Por Érika Anallely y Yelikat
From dog to god
Cuando se va tu mejor amigo, la soledad invade los rincones marcados de la silenciosa casa. No hay ni quién te cuide, ni quién te…
Por Adan Brontis y Yelikat
Síndrome del conejo blanco
Zoom, zoom. Nadie podía percibir su rostro, apenas y se sentía una leve brisa de la velocidad con la que se movía aquel conejo. ¿De…
Por Arianna BN y Yelikat
Personas que quizá conozcas
Desde aquella última vez que me dejó con los labios estirados, como quien estira la mano esperando un saludo, no nos habíamos visto. Yo a…
Por Adan Brontis y Yelikat
Mascarillas
Compa, ser un sentenciado a muerte no debería traerte penas ni desdichas. Sólo nosotros —los seres divinos— podemos pisotear a la Parca y, no te…
Proveerá
—Dame la mano. Le dio la mano. Avanzaron treinta pasos más, cuando despidió al criado. —Regrese, Eleazar. No entre al pueblo: pronto estaré de vuelta.…
Por Oliver Davidson y Yelikat
Más improbabilidades
Se detuvo ante la puerta. Sabía que después de meter la llave, girar la perilla y encender la luz de la estancia todo seguiría igual:…
Por Ximena Cuenca y Yelikat
El humor del oleaje (Nanonovela karmicotrágica)
I Lucio, un joven pescador, es obligado a trabajar como vendedor para la transnacional que lo despojó de su oficio. II En su primer día…
Por Ulises Granados y Yelikat
Nieve
Para ella el verano siempre fue una cuestión interior; yo nunca entendí esa manía tan suya de sentarse a esperar a que el sol saliera…
Por Andrés Márquez y Yelikat
La caída
La vida siempre fue un eco tímido, una duda sin sentido, un no saber, un no sentir. Esa lucecita, que un día encendieron para darle…
Por Leonora Alonso y Yelikat
Antes del sueño
Es cuando la noche se termina de establecer que inicia el zumbido. Es un sonido continuado y bronco que tiene lugar dentro de los oídos…
Por Yunuen Cuenca y Yelikat
(Fragmento. En construcción)
Es un olor a cigarro y su voz diciendo sus palabras recurrentes –todos las tenemos como una necesidad de aferrarnos, de vestir nuestra identidad con…
Por Ruth Brenes y Yelikat
Para otro día
Luis, desde sus seis años de experiencia en el mundo, mira un cartel pegado en la pared de su colegio. Debajo de la ilustración se…
Por Ulises Granados y Yelikat
Diles que somos novios
–¿Pero por qué no te vas a la mierda Gregorio? –Así inicia la conversación que sostendrá Aviv Linder con Gregorio Ramírez esa noche después del…
Por Álvaro Buenaventura y Yelikat
No dejes de fingir
Gracias por fingir cada mañana que no sufres por dejar mis brazos en el lecho. Gracias por fingir que no piensas todo el día en…
Por Arianna BN y Yelikat
La ciudad enferma
Seguido se siente un calor que sube del suelo. Es un vaho invisible de las entrañas de la ciudad. Recorre las calles por debajo de…
Por Ruth Brenes y Yelikat
Underground
Son las diez de la mañana, está nublado y llueve. Yo sigo aquí, pensando que no vale la pena levantarme. Siempre pienso lo mismo cada…
Por Leonora Alonso y Yelikat
La Perra Mayor
Salí de la preparatoria siendo aún virgen, pero me conocían como la Perra Mayor. Supuestamente me acosté con un maestro en el estacionamiento: nos vieron…
Por Jorge Chípuli y Yelikat
Retorno
No recordaba su nombre. Se me había escapado de la memoria, como toda ella. Y casualmente me la encontré. Su imagen, su presencia, me llenaron…
Por Jorge Chípuli y Yelikat
Fetiches de inocencia
Los vio llegar desde su cuarto. Se bajaron de un automóvil deportivo y tocaron la puerta. No se quitaron las gafas oscuras hasta que ella…
Por Ximena Cuenca y Yelikat
Tribulaciones
Bebió tomando la forma de un cuerpo que vaga sin lugar, sin origen. El espanto es un precio que pagan los espectros descalzos porque no…
Hamelin
Ocho de la mañana y alguien atina a llamar a la puerta; a estas alturas ya todos me parecen Testigos de Jehová… ¿No ven que…
Por Oliver Davidson y Yelikat
Abril
Otro día más de un caluroso mes de ABRIL: Por la mañana tus labios, mis labios, un INCENDIO de besos, mis pensamientos derritiéndose sobre tus…
Por Álvaro Buenaventura y Yelikat
Algo más que química, algo más que amor
Se creía la más lista de los dos. Tuvieron que pasar algunas semanas para que la pócima del amor hiciera efecto en ambos. Enero la…
Por Érika Anallely y Yelikat
¡Viva la moda!
No eran muy diferentes los desfiles de moda entre el planeta Tierra y el llamado Belenoide… los mismos espectadores, medio interesados y medio aburridos pero…
Vacío
De pronto Yo se cansó de pelear lugar, de vivir sin gloria, sin oficio claro. De existir dudando, siempre en busca de una no sé…
Por Leonora Alonso y Yelikat
Vacío
De pronto Yo se cansó de pelear lugar, de vivir sin gloria, sin oficio claro. De existir dudando, siempre en busca de una no sé…
Por Leonora Alonso y Yelikat
De pelos y señales
Poco después de la consabida historia del caballero que la rescató y la torre, descubrió que su príncipe azul comenzaba a deslavarse un poco, incluso…
Por Andrés Márquez y Yelikat
Carne de mi carne
Tenía los labios resecos debido a la deshidratación. Hacía ya tres días que no bebía una gota de agua y tres semanas sin probar alimento.…
Por Sr. Tomapastillas y Yelikat
Azul de mirada fría, antártica, polar…
Todo brillaba en la ilusión y la simulación, lo siniestro no asomaba, sólo el terror del ogro y ese cuento de que muchas lágrimas derramadas…
Kilroy was here
...y sueñan caramelos a besos y dinero. Liaisons Dangereuses, Los niños del parque. Amadeus. Sesto Senso. Cosmos. El "Bayo". Electric' Q. El 101 en El…
Devórame
Escucho el pestillo de la puerta, ya no hay nada más que hacer. Te espero desde hace algún tiempo, decidí cambiar lo feo de los…
El cordón
El dedo atado con un cordón, para no olvidar. Un cordón que le robé a tu zapato izquierdo la última vez que te vi. Ni…
Por Ruth Brenes y Yelikat
Cor et Caput
Caput era el rey del Reino de Allá y se distinguía por gobernar con la cabeza. El reino era próspero, lleno de edificios, autos y…
Me acabo de chingar mi último cerillo (o de por qué debí comprar un encendedor)
Prendí un cigarro afuera de esa fiesta que, de no ser por tu presencia, hubiese estado muy jodida. ----- Fueron más de dos horas mirándote…
Entrecalma
El sonido cerebral suena y hiere, me digo: calma, deja pasar, que la emoción recorra el cuerpo pero que no mueva …
El suspiro de Kokoshka
-Mira, Katia, eso que ves allá a lo lejos, no es una pintura, sino tu querido Moscú. -¿Lo dices en serio? Jamás creí que un…
La cima
Ojos que no ven, corazón que no siente. A palabras necias, oídos sordos. Un día quisimos romper dos refranes. Llevarlos a un punto en que…
Por Ruth Brenes y Yelikat
Miau
En un suspiro de sangre concluye el vuelo del gato sin uñas. Sus pulmones de felpa nunca maullaron por última vez. Su astucia felina sucumbió…
Entre líneas
Oye Rosaura, vení mirá a tu hija. Yo no sé qué le anda pasando a esta culicagada. De verdad que ya me anda preocupando. No…
Interpretación
Hoy calla el arpa de la sensación, corre el tempo celerísimo latir sincopado. Espera, caja de ecos y resonancias manos que pulsen el canto cuidadosos dedos que templen
Nuestra Divina Señora de la Sagrada Cuchilla
Divina Señora de la Sagrada Cuchilla, ruega por nosotros. Nunca recé. No rezaba nunca. Pero un día la vi. Apareció en la pared de la…
Por Ruth Brenes y Yelikat
L’ âme perdue dans l’obscurité
"La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo." En la obscura…
Ejercicio No. 16
Un dos tres vulvaliente, vaginarcisa, oleosa vertiginosa, marítima salubre, congoja inguinal vete lejos, cuatro cinco seis, cartílago blandísimo, chicle al sol, torcida sonrisa maleable, dúctil,…
Sombra
Vagué por callejones con las suelas embarradas de historias. Mostré mi lado b. Y mi track oculto. Y mi máscara pintada de implosiones. Perseguí luciérnagas…
La puerta del conde que mató a la princesa
Ella abre la puerta, entra y la cierra. Lo mira directo a los ojos sin pronunciar palabra. Frunce un poco el ceño, recriminando su actitud.…