Como Blancanieves, la Cenicienta u otras princesas de los dibujos animados, ella exhibió un don peculiar desde pequeña: en cualquier lugar que estuviera, los animales (domésticos o salvajes) se le acercaban como si fuera su propia madre.
Ahora, a sus 23 años, si ves su Twitter o su Facebook verás que ha estado en mil lugares: Indonesia, China, Sahara, Congo, Australia, Brasil, Alaska… También podrás ver fotos de su casa, adornada de pared a pared con trofeos, pieles, cabezas y animales disecados de las especies más extrañas y peligrosas del planeta.