Ilustradora. Conejo con disfraz humano; el disfraz se dedica a comer, dormir y cagar. Como actividad extracurricular hace teatro, danza, yoga, escribe y pinta… Pero el conejo Randy sólo tiene dos preocupaciones en la vida: que no se acabe el agua y que no se extingan las abejas. Por lo demás, sabe del apocalipsis venidero y lo toma con la mejor filosofía taoísta: aprender a desaprender, guardar silencio y esperar.
Ilustrador. Me gusta caminar, observar atento, hablar y hablar y hablar, la palidez del otoño y sus colores en el aire, el olor del café y los rincones vacíos.
La pérdida de las ganas
Las últimas tres veces comencé a dejar de sentirte cuando estabas arriba de mí. Era como si tus pensamientos jalaran todo tu ser…
La tierra prometida
El mundo entró y salió cien veces, y sin nada que decir. Nada se acopla a esa diminuta galaxia. Nada es lo suficientemente…