Noche, pura noche:
profunda, madura, desgajada.
Hablan los pájaros en ausencia,
en coqueteo evasivo
que se cuelga entre las ramas
cuando los árboles
son mercurio palpitante.
Noche, pura noche
en concilio con la sangre
despierta,
y noche también la sangre
desde los latidos inertes
hasta que el silencio
es la voz del miedo.
Noche, pura noche
herida,
y cascadas
de lágrimas astrales
sobre mis ojos
silenciosamente ciegos.