Compa, ser un sentenciado a muerte no debería traerte penas ni desdichas. Sólo nosotros —los seres divinos— podemos pisotear a la Parca y, no te confundas, no sentimos placer ni gusto al hacerlo; es más, en realidad existimos una eternidad de aburrimiento, apatía y desidia que (perdona la redundancia) no tiene fin. ¿Por qué crees que hay tanto dios acercándose y tocándote mientras caminas por el tablón? Todos quisieran ser como tú. Creer que el odio, el amor, las sonrisas o las lágrimas tienen algún sentido. O sorprenderse infantilmente con los acantilados, las efigies levantadas o los volcanes nevados. Todos quisieran que la mismísima piel fuera su única máscara.
Con decirte que acá, poco después de que saliera la película de la Matrix, hicimos una encuesta. ¿Ves que casi todos ustedes contestan que se tomarían la pastilla roja, igual que Neo? Pues acá todos consideramos que la azul sería mejor.
