Álvaro Buenaventura
Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo.
«Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.»
Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.
El prisionero
Siempre recordaba la cicatriz del cuello. La sentía palpitar y le dolía cada vez que se asomaba por un espejo o pensaba en…
Pincho interestelar
La misma ansiedad que conectó ese día a Venus con Júpiter en el mismo momento en el que el penúltimo destello de sol…
Amor especulativo
No se trataba de que me amaras, mis planes contigo eran otros menos nobles. Hoy me preguntas qué fue de esa mujer entercada…
Pero… ¡¿cómo?!
Me besó. Su mano recorrió mi espalda, mis glúteos, y luego subió hasta mi nuca. De la nada sentí su palma sobre mi…