Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo.
«Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.»
Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.
Ilustradora. Buscadora, viajera, siempre cambiante. Contadora de historias en este viaje ilustrado.
Rapsodia para Rachmaninov
Te escucho y hablas por mí. Tu piano es más fuerte que mis gritos ahogados en mis manos. Cállame. Agítame. Hazme sonreír con…
Parasomnia
Dejó a un lado la escoba. Suspiró. Atravesó la puerta, la estancia y fue a sentarse en el sillón del fondo. Se buscó…