Skip to content

Vacío

Si digo lo que pienso, si me callo, si no me quedo callada, si no hago deporte, si no me gusta tomar agua, si no soy la apreciable licenciada, si escribo estas cosas, si mis palabras no son tersas o felices, si me como las uñas, si no soy lo que esperabas, si arrugo el entrecejo, si voy al psiquiatra, si tomo pastillas para el alma, si no quepo en la huella de tu zapato, si pido ayuda, si estoy en lo cierto, si me dan miedo las películas de miedo, si estoy hecha de abrazos, si mis perras ladran, si fumo, si aúllo, si fallo, si algo me duele, si dudo, si soy transparente, si me pongo un piercing, si prefiero el Candy Crush Saga al ajedrez, si me acerco, si me alejo, si me gustan las norteñas, si le voy a AMLO, si no me duermo temprano, si no olvido, si no entiendes lo que hablo, lo que pienso, lo que grito, si miro desde otro lado, si :(, si :P, si :s, si :'(, si .I.

Te desagrado si digo mierda, puta, verga, ano, chingada madre, carajo, estoy triste, respeta, buenos días, felicidades, awww, te extraño, buen provecho, ¿segura, no quiere sentarse?, pase usted, te traje un regalo, necesito que me pagues, avísame cuando llegues, ¿me quieres?, ¿mande?, no es cierto lo que dices, se te fueron unos typos.

Te desagrado cuando descubres en mí a otro humano.

Loading
En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.
Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Volver arriba