Skip to content

Eco

Toda esta soledad es mía,
el eco de la habitación me pertenece,
ya he mojado mis palabras con tinta permanente
y en la noche me cuelgo de la luna ausente,
para que no llegue el día
con la ausencia tuya que amanece.

Toda esta soledad es mía
toda esta soledad
es mía
mía
mía.

 

 

Loading
Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo. «Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.» Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.
Ilustrador. Me gusta caminar, observar atento, hablar y hablar y hablar, la palidez del otoño y sus colores en el aire, el olor del café y los rincones vacíos.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

El lazo

Espíritu

El perro de mi vecino me parece un animal muy estúpido y, sin embargo, sumamente afortunado. Qué lugar común, lo sé. Pero esta…

Volver arriba