Skip to content

Impaciencia del verano

No tengo prisa, esos troncos casi sin vida
florecerán en el verano.

Loading
Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia. Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación! La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar. Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.
Ilustrador. Soñó que se caía, pero se agarró de un lápiz.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

El hombre no espera su muerte, confía en que llegará

Confianza

*Esperar es desear que algo suceda; confiar es más rotundo, es esperar con firmeza y seguridad. La luz del sol apenas ilumina el borde…

Relaciones recíprocas

Humo

Las piedras, la tierra suelta y fresca, los árboles y sus raíces de granito, los brotes apenas anunciados, las tortuosidades de los ríos;…

Amor verdadero

Amor y amistad

Luis quería mucho a su hermana. Llevaba meses sin verla hasta que por fin recibió una llamada. Luis llegó puntual al café, eran…

Volver arriba