Clara abre la puerta y ve a su abuela en el piano tocando a Agustín Lara y a sus tías cantando alrededor. Ve la mesa que en realidad son dos mesas llena de tíos y primos jugando varias partidas de dominó a la vez. Ve el patio: los charcos, las cuerdas, los hermanos y amigos corriendo, bajando guayabas, jugando fútbol y saltando lazo. Ve la esquina oculta y la lavadora que esconde sus primeros cigarros; ve el mitad asiento mitad columpio donde tanto ella, como luego su hija, cae dormida cuando la tarde es fresca. Sube las escaleras y se asoma a la ventana. Ve un par de pretendientes que pasan por la calle esperando que ella se asome, o que le chiflan para que lo haga. Ve los libreros, la colección de 30 años de la National Geographic, las fotografías de casi 100 personas de apellidos compartidos. Ve sus propios vestidos, sus rodillas raspadas, sus patines arruinados y suspira una que otra cachetada. Escucha el bullicio de una familia numerosa y respira el olor de la fábrica de pepinillos vecina. Clara camina sobre las baldosas rayadas por zapatos, chanclas, tacones y tenis de todas las tallas. Acaricia las paredes atiborradas de objetos y hermanas del polvo. Clara abre la puerta y la cierra detrás de ella. Sin darse la vuelta siente por última vez esa casa vacía, tan llena de todo.
Ilustrador. Enrique Cedillo (Cd. de México, 1985). Pintor, ilustrador y arquitecto mexicano. Su obra ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas. Como ilustrador, su trabajo más reciente es “Libro (Bucólico/Citadino/Idílico/Infernal)” de la poeta ENE. Ha participado en diversos proyectos como director de arte, y en 2013 dirigió su primer cortometraje junto a Alfonso Ortiz: “Misantropía”, protagonizado por Mario Iván Martínez. Conduce el programa de arte y cultura Violenta Nocturna en radio por Internet.
Constructor
El abuelo de mi abuelo hablaba mucho de cómo su abuelo hablaba muy orgulloso del suyo porque aquel señor, según la anécdota, había…
Prometo no acordarme de ti
Una mirada cruza el extenso bosque de mesas. Esos tus ojos me han visto, quizá por accidente; accidente tuyo, mío o del destino,…
¿Equivocarme?
Equivocarse no es posible, ahora lo sé, pero no siempre fue así. En el pasado, que no existe y que nunca existió, todas…
dESTEllos y DESaTINOs
“…cada uno querría contar a los demás lo que le ha ocurrido, lo que ha podido ver en la oscuridad, en el silencio…”…