I
Quien piensa que no hay mayor placer que descansar después de un trabajo extenuante se equivoca: no hay mayor placer que descansar viendo trabajar a otros.
II
La prueba definitiva de que el placer no está ligado al trabajo es el salario mínimo.
III
Sabes que el mundo te ha derrotado cuando tienes la sensación de que es necesario pagar por tus placeres.
IV
El placer, allá, sucediendo, y uno acá, escribiendo sobre él.