Skip to content

BFF (Best Friends Forever)

Esta es la historia de Andrea, una bailarina de 18 de años que vive sola en la ciudad. Todos los días al salir de clases, su novio la visita y hacen el amor desenfrenadamente. Él es Jean, chico francés de 24 años que se encuentra de intercambio en una prestigiada universidad. Ambos lucen muy enamorados desde el día que se tomaron de la mano.

Hace unas semanas festejaron su aniversario de novios y Andrea le preparó una linda sorpresa en su apartamento. Una cama llena de pétalos sería el escenario perfecto, y un condón roto la cereza del pastel.

Hoy Andrea se ha enterado de que está embarazada; está muy confundida y ha llamado a Tania, su mejor amiga. Tania le aconseja abortar e irán juntas al doctor.

Han sido unas horas llenas de tensión, Andrea no sabe si contarle a Jean. Finalmente decide hacerlo y esa noche los tres permanecerán juntos hasta que Andrea se tranquilice un poco y deje de llorar.

Andrea fatigada por toda ésta pesadilla cae dormida. Jean decide quedarse en la sala para que Tania descanse al lado de Andrea.

Alrededor de las tres de la madrugada Tania sale de la habitación y se dirige a la cocina en busca de un vaso de agua. Jean aún continúa despierto y en cuanto ella sale de la cocina la llama para platicar. Tania camina de puntitas para no hacer ruido y se sienta al lado de Jean. En voz baja él le pide a Tania que se quite la blusa, a lo que ella accede con un poco de vergüenza y remordimiento. Jean comienza a besarle los senos, su mano se introduce lentamente en las panties de Tania. En poco tiempo Tania se encuentra bocarriba con los ojos cerrados apretando los muslos contra el torso de Jean.

Tania regresa a la habitación de Andrea con el vaso vacío. Su mejor amiga ni siquiera ha notado su ausencia y la abraza toda la noche con una sonrisa en el rostro.

Loading

Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo.

«Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.»

Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Hombre del mañana

Futuro

Un día me voy a levantar a una hora razonable, voy a desayunar algo más que café (jugo, dos rebanadas de tocino, pan…

No somos hombre ni animales

Primero fue el texto

No somos hombres ni animales, no se podría decir que nos defendemos. El valor del hombre no es demasiado firme cuando no sabe…

Ser o no ser

Pena

Despertar con el temor de reflejar en el rostro los pensamientos que te acompañaron de noche, que te llevaron al éxtasis, a lo…

Ilusión de la guerra

Primero fue la imagen

Que no mienta el oxígeno feminista, es la espada un falo erguido para luchar, no es un vientre. Quiere el príncipe defender su…

Volver arriba