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Canto

Soy hombre cíclope porque puedo cruzar las invisibilidades
Soy hombre bestia porque puedo andar por el bosque más húmedo y no ennegrezco
Soy hombre camino blanco porque puedo ver al sol amarillo directo a los ojos y no me quemo
Soy hombre primavera porque puedo hacer reír a las flores
Soy hombre caballito de mar porque he aprendido a alumbrar a mis hijos
Soy hombre colibrí porque puedo mandar a los ejércitos
Soy hombre campana azul porque puedo morir a los pies del peregrino
Soy hombre sabio porque puedo dibujar con las palabras
Soy hombre axolote porque soy el siempre joven soy el que corre y el que lucha
Soy hombre sagrado porque escucho el lenguaje de las piedras
Soy hombre payaso porque a la muerte siempre le tengo una sonrisa
Soy hombre cenzontle porque escucho el canto de mis abuelos
Soy hombre perro porque puedo ahuyentar a los malvados
Soy hombre árbol porque navego quieto entre las eras
Soy hombre grano porque maduro en el silencio de la tierra más humilde
Soy hombre rayo porque puedo platicar con las montañas y con los vientos
Yo soy hijo del sol y la serpiente porque soy hombre que caza y apacienta porque puedo navegar porque puedo dibujar porque soy hombre que escribe y lucha soy hombre astro

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Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia. Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación! La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar. Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.
Ilustradora. Buscadora, viajera, siempre cambiante. Contadora de historias en este viaje ilustrado.
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No pares, ¡sigue leyendo!

Sueño en llamas

Primero fue la imagen

Deja de mirarme así. Tus ojos están atravesando mi espalda mientras camino de regreso a casa. ¿No puedes decir nada? ¿No puedes gritar?…

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