Algún día vendrán a rescatarme, pese a que ya hay demasiados barcos en altamar que estorban el recorrido de los mensajes de auxilio que envío en botellas de vidrio desde esta isla desierta.
Álvaro Buenaventura
Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo.
«Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.»
Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.
El trabajo
Cuando se fue a vivir a aquella ciudad perdió la confianza en la gente: las mentiras eran más difíciles de detectar, las promesas…
El último lugar de un hombre
Los aldeanos de Darvaza me contaron que aquí es donde termina la vida. Que fue el Diablo quien ahuyentó a los geólogos que…
Con n de nadie
Se te dotó de ojos para mirar lo que te quede de frente. También se te dotó de un complejo sistema de neuronas…
Y así por el resto de los días
Abro los ojos. Apago la alarma. Prendo la televisión. Checo mi Twitter. Me levanto de la cama. Hago pipí. Me meto a bañar…