Cuando se acerca la hora de dormir, mi mente comienza a atormentarme pues siempre despierto con la sensación de haber viajado a otra dimensión.
Durante un periodo del sueño estoy caminando por la calle y algo me hace tropezar, caigo libre, en un hoyo negro abismal que me transporta a otra galaxia, una muy, muy lejana, mientras mi cuerpo reposa en la Tierra para que nadie sospeche de mis viajes nocturnos. Aquí está mi coraza y más allá, en lugares no reconocidos, mi alma extraterreste.
Un día no despertaré y mi ser por fin vivirá dormido para siempre.