Skip to content

El momento oportuno

Hay un tiempo para comer y un tiempo para beber, un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar. Hay un tiempo para estar ahí, aquí, y un tiempo para recordar.

Hay, sobre todo, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse, para hundirse, para sublimarse, para comprimirse, para apretarse, para dejarse ir. Hay un tiempo para hacernos los unos de los otros, para someternos, para domesticarnos y para agradecernos. Para encontrar la felicidad en el esfuerzo bajo el sol.

Hay también un tiempo para buscar y un tiempo para perder.

Hay un tiempo para demoler y un tiempo para construir, un tiempo para matar y un tiempo para curar. Hay un tiempo para dedicar todas las potencias y la ira y la sed y las uñas a un corazón dulce.

Hay tantas maneras de cavar una tumba, pero prefiero dragar la apatía.

Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

DOC. 20171116

Llamada

Noviembre 16 de 2016 Señor Inspector José Ignacio Rojas. Al principio, contestaba la llamada, y no escuchaba nada. Sólo silencio. Y entonces colgaba…

Mi cajita de cenizas

Confianza

Aún recuerdo la primera vez que nos vimos: venías bajando la escalera, con tu suéter morado y tu collar de bolitas de colores,…

Volver arriba