Skip to content

Hambriento de totalidad

Hambriento de totalidad, luego de milenios de extravío el ser viene de vuelta. El espíritu se asienta bajo el cuerpo, la conciencia comienza de nuevo a delinear su figura en el espejo.

Las manos dejan de temblar, el miedo huye por ese camino primigenio que a esta altura ha dejado de distinguirse. Luego de milenios de respirar en la niebla, el espíritu se siente entrenado para ejercicios mayores.

Los antiguos sabían que después de la tormenta se ve claro y se respira fresco. Sin embargo, son muy pocos quienes conservan energías para salir a caminar después de la tormenta.

Hambriento de totalidad, luego de milenios de extravío, el ser viene de vuelta.

 

 

Escritor. Ensayista y poeta, su escritura se centra en extraer situaciones estéticas del sistema nervioso central.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Paria

Humo

Tomando en cuenta las últimas horas, días y meses, confieso que no soy más que un paria. Es más, si pensamos en aquella…

Extraterrestre

Primero fue la imagen

Cuentan de un planeta llamado Platón donde la gente no tiene coloración en la piel ni en la ropa, tampoco el ecosistema. Los…

Volver arriba