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Iocaris

Iocaris se escurre en el aire. No es que flote.
¿A dónde?
Se             
                            sabe
siempre cómo llegar a donde
Frío caliente, tibio.
Caliente. Frío. Caliente
ahí                               Me roba el
tiempo, lo hurta de mis manos. Rompe todo
Caniquitas de colores                             Rasga
pero guarda un poquito
aquí
                         ramitas, ramitas secas. Las piso.
ahí
allá                   ela sensación de lamer.

La lengua por donde la humedad crece. Una grieta en la pared y el agua no cesa.

Es esta textura y esa otra. Los dedos recorriendo la rugosidad del sueño o un ladrillo.

Es hablar hablar hablablablablablablar y dando vueltas dar los tumbos hasta el piso.

¡Arriba las patas! Estiradas las piernas arriba y abiertas.

Contorsión.

Torcido él tras el trazo de un torso tierno. Te escribo una mordidita. Voy por ti. Ya voy de tanto ir que voy llegando. Ahí.

Aquí.

Escritora. Mar de nervios en esta carne contrahecha. Sentir, sentir, sentir. Y de ahí pensar. Y así decir. Y en todo eso vivir. Vivo colgada de la parte baja de la J en la palabra ojalá.

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