Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia.
Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación!
La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar.
Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.
Soliloquios
Por un instante fui libre, quizá demasiado libre. Me daba el lujo de fumar dentro del agua mientras hacía ruidos con la nariz…
En Arkansas
Hoy es una de esa noches en las que particularmente no quiero dormir. Quiero esperarte entre soñolienta y amable después de tu doble jornada en…
Ética profesional
Lo único que me queda es confiar. En este ramo no se puede hacer otra cosa. Puedes estar a la expectativa de lo…
Con n de nadie
Se te dotó de ojos para mirar lo que te quede de frente. También se te dotó de un complejo sistema de neuronas…