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NAHUI OLIN

Cuando por fin las furias me soltaron
me encontré a mí mismo caminando por la costa,
aún con la piel hecha tigre y el ojo encarnado
miraba los cristales de colores, crucificados por la arena.

Una mariposa azul de cabellos como de ola
me ofreció sus nalgas para amanecer cantando;
me vi colgado de su cola, justo
al cuarto giro de sus punzantes ojos verdes.

Colgado como un astrónomo fracasado,
tuve que compartir la cola
con cuerpos de estrella
y esqueletos desmembrados de elefantes bebé.

A veces me miraba como un géminis débil
y me alimentaba de su leche de orquídea.
Yo solía hundirla en mi pecho
y llevármela a ciudades de catedrales transparentes.

Cuando los peces nos inculparon
de anidar entre estrellas muertas y supernovas apagadas,
decidimos hacernos un tatuaje en la piel del universo.
Justo antes que me marquen, prometí provocarle un ataque cardiaco.
Ella nunca me perdonó.  .  .  .   Regresé al mar.

Convertido en un soldado de los hielos,
emprendí un viaje de regreso a ella,
rojo y condenado como un cohete loco.

Navegué entre lunares de gigantes,
luminoso como un valiente astrónomo.
Destruí los pilares de todo el cielo.
Él nunca me perdonó.  . . . Regresé al mar.
Hambriento «como un agujero de gusano»
tan negro como los ojos de los hombres.

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Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia. Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación! La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar. Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.
Ilustrador y Diseñador Gráfico egresado de la Universidad Tecnológica de México. Desde diciembre del 2009 trabajo en H2O Contents, empresa donde actualmente tengo a mi cargo la dirección de arte de la revista Círculo Mixup. En su mayoría, las ilustraciones que presento han sido realizadas para el Drawing Fightclub, grupo independiente de ilustradores mexicanos que comenzó por medio de una red social. La ilustración que lleva por título “Es mentira la muerte” ganó el primer lugar del Torneo Calaverita de dicho grupo. En diciembre de 2012, esta obra fue impresa a manera de regalo para los colaboradores de la revista Círculo Mixup. Contó con un tiraje de 200 piezas a 4 tintas sobre papel couché de 300 grs. La técnica que utilizo en la mayor parte de mi obra es mixta, realizo bocetos a lápiz que después vectorizo y retoco de manera digital hasta estar satisfecho con el resultado.
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