Skip to content

Naturaleza humana

Comenzó con una madeja verde, de acrílico y poliéster. Primero terminó una cadena de un metro y prosiguió con la segunda y la tercera y la cuarta hasta perder el total.

Una cesta llena de existencia física y ella con el cuero cabelludo desnudo.

Insertó las cadenas en su cabeza, una a una, hasta que la energía vibró en cada una de sus células.

Pero cuál era la gracia de tener funciones vitales, si la madeja verde sólo le ordenaba al cerebro que debía respirar y comer y dormir.

Algo faltaba.

Construyó un molde igual a ella y tejió un grupo incontable de cadenas con otra madeja rojo carmín. Las insertó con cuidado en la cabeza de la figura inerte y a cada una le puso el nombre de una emoción y de un sentimiento y de una capacidad lógica-operativa.

Biología miró a los ojos a la Complejidad humana cuando terminó.

Ambas sonrieron, se abrazaron y entrelazaron sus cadenas verdes y rojas.

Loading
Escritora. Cafeinómana, observadora, insomne. De ser trapecista caminaría todo el tiempo por las orillas.
1. Persona de pequeño tamaño oriunda de México que hace ilustraciones. A veces lo hace profesionalmente. 2. Que se alimenta de gumiballas. 3. Que hace milagros.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

A mis poemas

Amor y amistad

para Jéssica ¿Por qué no he escrito el poema que haga que las personas al leerlo se quiten la ropa? Todos los campos…

Religiosa

Carnada

Suceden de noche: el hambre y —sobre todo— los apetitos. Un aroma acre se agolpa en la nariz con reclamos de atención silvestre,…

Lumínica

Primero fue la imagen

Buscó el vestido que le resaltaba la sonrisa. Se pulió los brazos hasta la refulgencia. Encontró en el espejo sus ojos teñidos en…

Volver arriba