Skip to content

Sueño lúcido en el bungee

Fueron mi fijación por Vanilla Sky y las ganas de dejarte atrás lo que me inspiró. Era julio, hace unos años, cuando la edad aún no pintaba de canas mi cabello.

Miré fijamente a través de la ventana del hotel donde se celebraba mi viaje de graduación y a lo lejos vi aquel imponente aparato, quieto en la oscuridad, rodeado de mar y al que horas más tarde escalaría.

Dejé que me amaneciera y, apenas abrieron la puerta, me apunté en una lista. Los kilos se evidenciaban en mi mano pero mi único objetivo era subir al cielo, llegar a la cima cincuenta metros arriba para luego sucumbir.

En mi camino hubo intervalos que provocaban arritmias cada vez menos tolerables. Escalar, con pequeñas pausas, me ocasionó náuseas.

Mientras abajo todos me veían y animaban, en mi cabeza surgían recuerdos de la última vez que pasamos juntos, cuando decidiste no compartir mi sueño lúcido, ese al que estaba a punto de renunciar también. Seguí el camino, hasta por fin mirar desde lo alto: eran 50 metros, ¡50 metros!

Temblé de pies a cabeza, me coloqué en una plancha, luego me ataron y ayudaron a colocarme en la esquina de un trampolín. Sentía la brisa en los dedos y no podía despegar los párpados. En mi mente se dibujaba un firmamento como el de Monet. Volví a recordar la escena de nuestra película favorita. Era el momento de despertar.

Con un suspiro y la motivación de dejar el sueño lúcido atrás tomé impulso, me dejé caer. Los que fueron segundos hacia abajo me paralizaron. Abrí los ojos y, finalmente, te desvaneciste.

Loading
Escritora. Observadora de la vida y los detalles. Me gusta compartir lo que veo, escribir con un ojo en lo real y el otro en lo imaginario.
Ilustrador y Diseñador Gráfico egresado de la Universidad Tecnológica de México. Desde diciembre del 2009 trabajo en H2O Contents, empresa donde actualmente tengo a mi cargo la dirección de arte de la revista Círculo Mixup. En su mayoría, las ilustraciones que presento han sido realizadas para el Drawing Fightclub, grupo independiente de ilustradores mexicanos que comenzó por medio de una red social. La ilustración que lleva por título “Es mentira la muerte” ganó el primer lugar del Torneo Calaverita de dicho grupo. En diciembre de 2012, esta obra fue impresa a manera de regalo para los colaboradores de la revista Círculo Mixup. Contó con un tiraje de 200 piezas a 4 tintas sobre papel couché de 300 grs. La técnica que utilizo en la mayor parte de mi obra es mixta, realizo bocetos a lápiz que después vectorizo y retoco de manera digital hasta estar satisfecho con el resultado.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Nada que entregar

Pena

Ahora que mi madre ha muerto recuerdo sus ojos, su mirada triste cuando me veía arreglarme para salir. Sin poder hacer nada me…

La terrible y trágica pero a la vez cómica historia de un hombre incapaz de matar a su esposa

Comodidad

Nunca he estado feliz, nada me embona ni me acomoda. Aquella noche estaba triste, tan triste que todo a mi alrededor apestaba, las…

Volver arriba