Se abre el telón. Todo permanece a oscuras, sin embargo alcanzamos a escuchar el ruido de una pareja que susurra y ríe en voz baja. Se encienden las luces gradualmente hasta el punto en que se logra percibir una habitación blanca sin muebles ni accesorios de ningún tipo, pero la luz no alcanza a sacarla de la penumbra por completo. Al centro vemos a una pareja desnuda y abrazada. La larga cabellera de la mujer se mueve con suavidad de un lado a otro y nos prohíbe que veamos más allá de las piernas de ambos: da la impresión de que bailan una balada suave, aunque no hay música. Fuera del escenario, el director se percata de este pequeño silencio y hace una seña muy evidente a una persona, oculta detrás del telón. Enseguida comienza a sonar una canción que se repite indefinidamente.
La pareja continúa bailando: por momentos ella se cuelga de él y lo deja guiar el baile a su placer y conveniencia, en ocasiones ella guía los pasos. Una señora del público se levanta indignada.
SEÑORA (disgustada): Disculpe, pero no entiendo nada. ¿Qué se supone que hagamos con esto?
SEÑOR (enojado pero en voz baja, sin levantarse de su lugar): No es para que entienda nada. Nadie está entendiendo nada. Siéntese y deje ver en paz.
La señora accede y se sienta sin dejar de rezongar. El señor responde con unos balbuceos y se acomoda ruidosamente en su asiento. Al poco tiempo, ambos se escabullen fuera del lugar. La música y el baile terminan cuando queden sólo un par de personas en el público. El director está obligado a invitarlos a desayunar, comer o cenar, según la duración de la obra y el horario en que se presente.
Canción: Just Squeeze Me – Lena Horne