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No te duermes

Cierras los ojos, pero no te duermes.

Sientes cómo nacen del tornado las flores de cabellos autónomos y ojos desorbitados, las sientes parir al escarabajo obsesivo que hará rodar la boñiga de la noche.

La noche del silencio y el latido. La noche que se clavará en el cuello de todas las noches. La noche que no es noche sino diluvio de sombras. La noche de los pétalos negros y alados.

Cierras los ojos, sueñas todo lo que puedes. No te duermes.

 

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En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.

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