Nitimur in vetitum
[Nos lanzamos hacia lo prohibido]
Ovidio
Hoy respiro y siento, escribo y respiro… voy hacia lo prohibido. La mirada no encuentra ojos que quieran arriesgarse a la búsqueda; esos ojos se cierran e invitan al silencio, a detener el paso. Hambre de lo oculto, de eso que no ha sido, eso que precisa ser postergado.
El silencio se impone. Y no puedo jugar ahora más que a lo posible, y apostar a un futuro que añoro. No hay más que escribir y así alimentar al gusto con los sabores de lo oculto, con aquello que ha dejado una huella en mi cuerpo y hoy decide hundirse en el crepúsculo.
Hoy decide no mostrarse más.
Hoy decide…
Se hunde en el crepúsculo. En el momento en que me teñía de rojo
presagiaba una blanca noche de la que renacería al alba.
Mas en el cuerpo
quedan esos recorridos de caricias y miradas, memorias de tu deseo, quedan estas sensaciones que me dejan hambriento y despierto.
El parto no para y sigo dando a luz.
Espero, al acecho.