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Por fin el fuego

La casa quedó cerrada por dentro. Poco antes de prenderle fuego, Jonás sintió la respiración de María en su espalda; el pequeño aliento con el que vislumbró, lleno de alegría, que faltaba muy poco para estar con ella en el lecho de su descanso, en esa pequeña cajita que la guardaba.

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Escritora. «Larga y ardua es la enseñanza por medio de la teoría, corta y eficaz por medio del ejemplo.» –Anónimo

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Aquella población

Primero fue el texto

En los pliegues de la montaña se extiende un conjunto de construcciones, ladrillos y baldosas color carbón. Si se recorren sus caminos, sus…

La tentación de inexistir

Error

Nunca entendí qué nublaba su corazón; por qué el silencio, por qué la soledad, por qué no quería hablar. Yo era nuevo en…

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