La primera noche después de mudarme a un nuevo departamento me llamaron la atención unos destellos en la sala. Allí estaba ella: un busto vaporoso de ojos hinchados y boca ensangrentada con la cualidad de algunas pinturas superrealistas que no importa desde dónde las veas, siempre te están mirando a los ojos fijamente.
Le pregunté que qué onda, pero resultó ser muda. En lugar de palabras, desde sus labios brotaban imágenes holográficas (aunque no me gusta ese término por ser poco natural) acompañadas de sonidos graves y algo similar a una percusión electrónica, parecido a lo que escucha uno en el minimal. Las imágenes eran sugerentes: cuerpos desnudos, parajes desolados, cadenas, laberintos, instantáneas de desconocidos…
Creo que, si antes fue alguien, murió de forma trágica o traumática. No he podido averiguarlo por completo y nunca he indagado muy profundo en el asunto.
La comunicación es complicada y su forma etérea no le permite jugar ajedrez, damas o cualquier cosa física. Empezamos a leer libros y ver series juntos. Aunque su semblante siempre es mortuorio y triste, su compañía exalta este tipo de actividades. Sus imágenes y destellos amplifican la experiencia visual, y sus sonidos rítmicos de ultratumba la sensorial.
Le gustaba la música y le gustaba estar presente en mis prácticas de dj, acompañándome con sonidos psicodélicos y generando algunos visuales al ritmo de la música. Así fue como se me ocurrió invitarla fuera de la casa un día. Le dije que tenía un toquín en un bar y que si quería podía acompañarme. Fuimos un éxito.
Su habilidad artística es increíble. Sus imágenes y sonidos más las mezclas que coloco terminan convirtiéndose en un show que a todos ha hechizado. Todos creen que es una maravilla tecnológica aunque yo no haya negado nunca su carácter fantasmagórico. Con cada trabajito creció en confianza y ahora es capaz de iluminar un estadio completo para cualquier festival en cualquier lugar del mundo.
Nos hemos hecho muy buenos amigos y eso le ha ayudado a lidiar con su muerte. Es más, creo que en la última gira, en el Foro Sol de México, el público le sacó una sonrisa.