Ellos no saben del miedo, no saben del hombre insomne de los Cárpatos, del ser de la idea fija.
Y pasar la vida con la duda del haber nacido, de lo no originado, de lo que pudo no ser pero fue.
Dicen que he recuperado la razón, no saben que esa no vuelve; el hijo favorito se ha perdido, cruzó las puertas de fuego por seguir un pensamiento.
No se regresa de la locura: una vez loco, loco para siempre.
No se regresa de la muerte: una vez muerto, muerto para siempre.