Lo incierto.
Quizás no regrese de Baldío.
Meses atrás.
Aguardó a que su mujer durmiera para tomar la mochila que preparó con prisa.
Irse.
Hacía tiempo que lo pensaba, hacía unos días que le escocía la urgencia.
Desaparecer.
Escogió un lugar sin nombre, desierto, donde el sol se alzaba como un fantasma.
Lo desconocido.
Quiso desbordarse de los límites. Le pesaba no poder estirarse sin tocar con los dedos el techo de su casa.