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Karina Citadina

A la entrepierna de Karina la han llamado de mil formas. Detrás de un escritorio, entre filas de butacas, sobre inodoros públicos o en casi todos los medios de transporte, Karina ha logrado que las lenguas de sus amantes bajen y se estacionen unos momentos en aquella grieta siempre húmeda. Que huele a estrella, a pescado fresco, a cebolla o a tierra mexica son apenas unas cuantas de las descripciones recibidas. Y aunque —como decíamos— esa grieta siempre estaba húmeda, eran esas descripciones las que lograban que una llovizna se convirtiera en tormenta.

A la entrepierna de Karina le han dicho mil cosas y Karina las guarda todas entre sus oídos. Por eso puedes ver de vez en cuando como una de sus manos aparece desde debajo del escritorio, o desde detrás de su bolso, o desde debajo de su chamarra para ir a posarse (con los dedos apuntando a sus fosas nasales) sobre sus labios y la disimulada punta de su lengua. Puedes ver a Karina en casi cualquier lugar con los ojos entrecerrados y suspirando, recordando, recordándose, saboreándose.

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Es una niña-niño-cosa que le gusta mucho el penecito, la puchita, las nalguitas, los huevitos… En ocaciones se trasviste de mujer, pero casi siempre es quimera. Le gusta mucho el helado de chocolate, el quesito, las palomitas de maíz, pero lo que más le gusta en TODA su vida es picarse la pucha, le encanta acariciarla y frotarse el clítoris hasta que éste le arde y hasta que poco a poco comienza a escurrirse pensando muchas veces en… TI, o en ella/él/eso comiéndotela o comiéndosela. Rurru es egresadx de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, vive en México D.F. en un lugar muy lejano, cerca del bosque. Y cuando menos te lo esperes estará allí dónde tú estás conviviendo con tus amiguitxs, tratando de picarte el culito 😀 Cuando esto suceda, sólo te doy un pequeño y sabio consejo: NO HUYAS, puede que te guste.
Tras ganar su primer premio en efectivo, cambiarlo por brandy y cerveza y beberlos con sus rivales, descubrió su pasión por las letras y que la sopa en realidad sí es un buen alimento ...
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Despiértame con tu indecisión. Soy nueva en esto, ¡maldita sea! Soy tú. Verás esa mirada en mis ojos; tal vez pienses que quedo…

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