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Reptil

Si esperabas resistencia, no la hay. Me usaste de carnada para cumplir con tus caprichos y abusando de mi torpeza me has convertido en un gusarapo.

Ahora es mi deber drenarte completamente y llegar hasta lo más profundo de tu ser; curar tu infección con un apasionado beso mientras bailamos en la oscuridad.

Y al tiempo que nos abrazamos y pretendes huir, yo me aferro a encontrar algo real en este mundo lleno de ti. Pero no abras los ojos, seguramente no te guste lo que ves; los demonios de la verdad se adueñan de las almas sin perdón.

No abras los ojos, toma los míos, por alguna extraña razón he encontrado la felicidad en esta terrible esclavitud.

Ya no sé lo que soy y tampoco sé en dónde estuve mientras no te conocía: basura humana, palabras sin sentido y piel seca que se esparce con el viento.

Puedo soportar tus mentiras, tu tediosa indiferencia. Puedes atarme las manos a tu rutina, puedes tenerlo todo, hasta mi sucio imperio; y es que a pesar de todo, prefiero recoger los pedazos de mi corazón enfermo que quedarme vacía sin esta angustia de tenerte cerca.

Sigo soñando con tus besos y aunque rezo por terminar con el sufrimiento de no poder confiar en tus promesas, cada vez que me persigno y recuerdo que es peor la soledad que el infierno, paso mi mano por la espalda y solo cruzo los dedos… y ya no siento dolor.

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Escritora. Bruja de oficio, cocinera de palabras por accidente. Cambio de color todo el tiempo porque no me gusta el gris, un poco sí el negro, pero nada como un puñado de crayolas para ponerle matiz al papel. A veces escribo porque no sé cómo más decir las cosas, a veces pinto porque no sé como escribir lo que estoy pensando, pero siempre o casi siempre me visto de algún modo especial para despistar al enemigo. Me gusta hablar y aunque no me gusta mucho la gente, siempre encuentro algún modo de pasar bien el tiempo rodeada de toda clase de especies. El trabajo me apasiona, los lápices de madera No. 2 también; conocer lugares me fascina y comer rico me pone muy feliz. Vivo de las palabras, del Internet y de levantarme todas las mañanas para seguir una rutina que espero algún día pueda romper para irme a vivir a la playa, tomar bloody marys con sombrillita y ponerme al sol hasta que me arda la conciencia. Por el momento vivo enamorada y no conozco otro lugar mejor. El latte caliente, una caja de camellos, una coca cola fría por la tarde, si se puede coca cola todo el día, y un beso antes de dormir son mi receta favorita para sonreír cuando incluso el color más brillante se ve gris. La Avinchuela mágica.
1. Persona de pequeño tamaño oriunda de México que hace ilustraciones. A veces lo hace profesionalmente. 2. Que se alimenta de gumiballas. 3. Que hace milagros.
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