El papel es nómada cuando anda suelto: a veces va a donde quiere, a veces no. A veces viaja donde el aire lo lleve. La carne es pesada, dura, difícil de mover, y así yo me quedo siempre en sitios que no son más que estancias estáticas, viendo el aire pasar en direcciones contrarias a la permanencia. Quítame los huesos Dios. Hazme leve como la hoja. Déjame volar y que el viento rebelde me monte en su anárquico paseo.
Soñador. Escritor con los ojos abiertos. Mirada en la espalda. Aprendió a vivir las calles, los buenos tacos y el sudor de las mujeres. México es un puñal clavado en su espalda.
Sólo por eso los peces
La cosa con romper en llanto no es llorar, sino que todo lo que eres, lo que piensas, lo que sientes, la piel…
Rueda de la fortuna
Mi pensamiento tiene cola. No es tan larga como para que otros la pisen, es del tamaño proporcional a su delirio de persecución.…
Sorpresa non grata
Abuelito, para cuando escuches esto yo ya estaré bien muerta. Seguro te estarás preguntando por qué tengo esta voz de pito. Soy yo,…
Conversaciones VI
Mi maestro vino a verme con una duda en mente. Por primera vez en todos estos años parecía buscar mi consejo. —Creo que…