Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia.
Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación!
La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar.
Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.
Ilustrador con influencias visiblemente psicodélicas, (corriente que tiene sus orígenes en los años 60’s) y el género musical derivado de ésta, Nashi Bimek se define como un pintor con proyecto e identidad autodidacta. Considera que dichas corrientes impulsaron la necesidad de una búsqueda de identidad y la conciencia. Por ello, optó por redireccionar su atención sobre culturas prehispánicas y contemporáneas, como lo es la cultura Wixárica (huichol), con la cual retoma la forma tradicional de percibir el mundo, el entorno y su cosmogonía mediante rituales e ingestión de plantas de poder.
Rompecabezas
Tenía el sol y el caracol mordiéndole la oreja, el pecho amable para recibir mi peso. Su cintura escapular era la tregua para…
Pa’ que te cuidara
Es una perra, pero cuando estoy puesto, la pinche perra se echa junto a mí a lamerme las patas. No es que yo…
Con los hilos de fuera
El azar domina los hilos de los que cuelga el destino. No se sabe si es el dedo gordo del pie izquierdo lo…