Skip to content

El momento oportuno

Hay un tiempo para comer y un tiempo para beber, un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar. Hay un tiempo para estar ahí, aquí, y un tiempo para recordar.

Hay, sobre todo, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse, para hundirse, para sublimarse, para comprimirse, para apretarse, para dejarse ir. Hay un tiempo para hacernos los unos de los otros, para someternos, para domesticarnos y para agradecernos. Para encontrar la felicidad en el esfuerzo bajo el sol.

Hay también un tiempo para buscar y un tiempo para perder.

Hay un tiempo para demoler y un tiempo para construir, un tiempo para matar y un tiempo para curar. Hay un tiempo para dedicar todas las potencias y la ira y la sed y las uñas a un corazón dulce.

Hay tantas maneras de cavar una tumba, pero prefiero dragar la apatía.

Loading
Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
Ilustradora. Originaria del D.F., estudié Arte en Cuernavaca, aunque dibujo desde siempre. Ni de aquí ni de allá, soñadora e imaginante.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Paria

Humo

Tomando en cuenta las últimas horas, días y meses, confieso que no soy más que un paria. Es más, si pensamos en aquella…

Pulpa inmortal

Grasa

Cuando descubrí que tu camino era el enredo, que tu tranquilidad reposaba en los laberintos del drama, cuando entendí que encontrabas sosiego solo…

Volver arriba