Skip to content

Cor et Caput

Caput era el rey del Reino de Allá y se distinguía por gobernar con la cabeza. El reino era próspero, lleno de edificios, autos y restaurantes de comida rápida. Los habitantes eran ambiciosos y adictos al trabajo. Construían casas enormes, desayunaban en sus coches y tenían una sed insaciable por «lo mejor». Los niños crecían en guarderías, aprendiendo matemáticas, modales y el valor del patrimonio.

Cor era el rey del Reino de Acá y sus leyes se dictaban siempre con el corazón. Sus tierras estaban llenas de granjas y caballos. Los habitantes trabajaban descalzos y se reunían en fogatas casi todas las noches. Los niños revoloteaban por todos lados, comiendo frutas de los árboles y adoptando cada perro vagabundo que se encontraban.

Todos creían ser felices hasta que los reinos crecieron tanto que sus fronteras fueron la misma y entonces sucedió un fenómeno extraño: las grandes capitales empezaron a vaciarse, la migración a los pueblos fronterizos se hizo evidente en poco tiempo. Cor y Caput no entendían lo que sucedía y cada uno por su lado decidió cortarse la barba, disfrazarse de plebeyo y partir hacia Boca de Lado, un pueblo que, geográficamente hablando, era mitad de Allá y mitad de Acá.

Cor y Caput, disfrazados de turistas, se encontraron en el zócalo del pueblo. Después de aparentar estar perdidos y preguntar por unas direcciones decidieron tomarse un café, luego unas copas, luego ir a cenar, luego tomarse unos martinis en un bar. Después se dieron cuenta de que estaban hospedados en el mismo hotel y decidieron seguir la fiesta en la habitación de Caput.

Tuvieron el sexo más impresionante de sus vidas.

Tras ganar su primer premio en efectivo, cambiarlo por brandy y cerveza y beberlos con sus rivales, descubrió su pasión por las letras y que la sopa en realidad sí es un buen alimento ...

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Así cantaré alabanzas a tu nombre

Incertidumbre

Virginia escucha el maullido de un trueno disuelto a la distancia. Media hora, no más que eso; después tendrá que correr. Apura las…

Una cuestión personal

Confianza

Metió la mano al bolsillo de la chamarra, sacó su escuadra Smith & Wesson de cañón recortado, le puso el silenciador y salió…

Ilusión

Esperanza

Usted puede verme comprando lápices, estilógrafos, papeles, libretas, libros, laptops, aplicaciones para escribir guiones, sacapuntas, lapiceros, borradores, máquinas de escribir, escritorios. Puede verme…

El noble espíritu de la juventud

Espíritu

Necesitaba sangrar el brazo inmaculado y sentir que salía esa sangre espesa casi negra, que era miel de purga, de purga de tanta…

Volver arriba