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Coronación

Ella no apareció. La gente la esperaba y en su lugar se presentó un conocido travesti. A la madre se le notó desencajada cuando los organizadores del carnaval le preguntaron por el paradero de su hija, pero el alcohol de la fiesta previa al evento le borró cualquier información valiosa.

Un testigo aseguró haberla visto caminar en la noche por la calle principal. Declaró observarla estática, durante algunos minutos, frente a los asientos de plástico colocados para el desfile.

Su mejor amiga desveló la posibilidad de una fuga, pues le pidió dinero prestado un día antes para algunos detalles del vestido. «Los amigos de mamá se bebieron todo», se quejó con ella.

La madre continuó sin recordar nada salvo al dueño de la cantina que la galanteó durante toda la fiesta. De su hija, nada. «Esa pequeña puta», se le escuchó decir.

El boletero de los autobuses confirmó la teoría de la amiga cuando recordó a una señorita muy guapa comprar un boleto rumbo a la ciudad capital y con hora de salida a las seis de la mañana. «Llevaba el maquillaje corrido, pero muy guapa», afirmó.

El travesti fue el último en declarar. Confesó que ella lo buscó, inconsolable, pues no quería cumplir con el destino de su familia. Que no se veía como Reina del Carnaval, que ni siquiera encajaba en el pueblo. «Yo no, pero tú sí», le dijo. Y lo convenció con el escenario de las flores, el bullicio, la fiesta y el vestido.  

«Sobre todo, el vestido», finalizó.

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Escritora. Cafeinómana, observadora, insomne. De ser trapecista caminaría todo el tiempo por las orillas.
Ilustradora. El color es una constante en mi trabajo. Algo tan cotidiano, para mí se transforma en un algo único, ilimitado, sin horizontes visibles, en algo infinito que puede introducirse en un formato simple como el papel. Desde mis emociones más íntimas hasta mis estados de ánimo están contenidos en los trazos, los únicos a los que no puedo mentir ni engañar. De ahí que cada pieza tenga un énfasis particular en cada trazo, en cada mancha, en cada rayón, en cada línea, aunque tengan la apariencia de un accidente. Cada accidente está premeditado. La experimentación con los materiales es otro recurso que uso para destacar detalles. No tengo un tema específico pero me gusta dibujar mujeres y gatos o un híbrido de ambos; la mayoría de las veces dibujo lo que imagino. Todas mis ilustraciones guardan una parte de mí: en ocasiones, secretos e historias no contadas, sueños e invenciones de personajes que no podrían existir en otro lugar más que en mis trazos y mente. Sin embargo, todas están siempre abiertas al público para dar pie a que cada espectador pueda crear su propia historia, sus propios personajes, para que inicien una nueva narrativa. A la edad de 24 años, soy egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas –de la Licenciatura de Diseño y Comunicación Visual– y de la Academia de San Carlos con un Diplomado en Arte Contemporáneo. Actualmente me dedico a la ilustración y la docencia.
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