Soy de esos que le cede el paso a los ancianos, le lleva flores a las mujeres, no debe dinero, apoya la adopción de animales, compra productos hechos en México, dice por favor y gracias. De esos que nunca llega tarde a su trabajo, no hace esperar a nadie o, peor, sufrir. No digo malas palabras, obedezco las señales de tránsito, tiro la basura en su lugar, aunque sea la del vecino. Ahorro, hago ejercicio, no grito, sonrío.
Soy de esos que aparenta ser dócil, fácil de complacer, nada exigente… pero seguro que no te imaginas lo que hay en mis pensamientos, en las cosas que hago para satisfacerme: una lucha de deseos, algunos perversos, que perturban.
Vivo con la catarsis diaria que busca autocensurar mis bajos instintos hasta caer rendido y luego despertar, una vez más, hipócritamente.