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Inseminación / Hiceminación

Me succionaste en estéreo a través de los túneles de tus pupilas y no necesité ver más que tu carita de muñeca oscura contra la pared sucia, salpicada de carteles de ese bar, para entender que no iba a querer sacarte nunca del encuadre de mi miopía.

Tu pelo era la noche underground del mas sucio rockanrrol, tus ojos eran la penumbra de los bares inciertos y punkeros del trasnocho, tu aliento era mis botas consumidas de tanto andar buscando pleito, buscándote, buscando una nena de oscuras intenciones como vos con esos labios negros como pelajes felinos de callejones olvidados.

Viste lo mismo en mi, y nos aislamos juntos, nos perdimos del mundo de la luz de la vida y las risas telefónicas, del día laboral y la música de ascensor, nos dimos al exilio negro, al exilio oscuro y nos perdimos en un bosque inhóspito, donde por fin liberé mis murciélagos en la noche de tu vientre.

Y ahí mismo me aclaraste que en realidad los había liberado al mundo, como un humo muy nuestro, y que seríamos legión.

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Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
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