Es el ruido, es la ciudad, son los autos y las personas. Es el miedo al desorden que provoca planes fallidos que provocan caos. Es un círculo vicioso.
Son las cuentas por pagar y las deudas por adquirir. Es la tragedia de la modernidad.
Es el brillo de las pantallas que me chinga los ojos y el tecleo constante del mundo que me vuelve loco. Es el futuro que nos alcanzó porque nunca nos pusimos a correr.
En serio que no eres tú.
Y ya no pude más. Ya no quise tormentas golpeando mi rostro.
Aquí en el agua todo está en calma. Sabe a lágrimas pero quita la sed. Además, ocasionalmente saco mi mano y tu flor favorita para que me encuentres rápido.