Sé que te pone la mano en la cintura cuando te besa. Por ahora. En dos días la tendrás en tus nalgas todo el tiempo. También sé que tiene mal aliento y cuando se ríe cerca te da un poco de asco. Sé que cuando lo abrazás te parece que sus sobacos huelen un poco agrio y que siempre está sudando frío, como un animal que miente. Sé que tiene las manos fofas siempre húmedas, manos blandas de masturbador crónico; sé que su pelo es el más grasoso y que nunca se lo tocás porque no podés volver a agarrar nada más.
También sé que tiene una erección siempre que te besa y te lo restriega cada vez que quiere, te moleste o no. Sé que se ríe de vos con sus amigos y les dice que tus pezones son así de grandes y de este color más o menos y tus tetas así de blanditas. Sé que detesta a tu mamá pero la trata como su amiga más cercana, la enamora, la desea.
Sé que estás con él porque no sabés. No sabés ni mierda, no sabés lo bonita que sos, no sabés qué te merecés, no sabés que tenés a este bobo anhelante que te ama de verdad, que se derrite por vos, que quiere hacer de vos una mujer de verdad bien amada, bien protegida y bien follada, y maldita sea no sabés que tengo que sonreírle a ese imbécil cada vez que me dice: ¿qué hubo cuñadito, está Marcela?