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Noche cerrada

Conservo sólo los guantes largos de mi madre. Siempre pensé que eran de raso fino, pero ahora veo que no. Siento que no. Aunque en ella eran espléndidos: sus manos se alargaban, su porte era refinado, su rostro se aclaraba y relucía como si acabara de tomar una decisión. Y yo quería verme como ella.

Quiero verme así, y que mis brazos tengan esa elegancia. Me pongo los guantes, sí, y mis manos no son más delicadas. Entonces te pienso y creo que te gustarían, si un día te encontrara. Pienso en tus manos oscureciéndome con sus sombras y pienso que me seducirías como a mi madre. Me desearías como a mi madre.

Me miro desnuda en el espejo, pero no vienes. La noche se cierra y tengo que abrirme paso a fuerza de brazos, cortar el día mientras las estrellas se arrebolan. Despido una luna menguante e invento el camino que te arrastre acá, para que me mires, para que remojes tu deseo adusto en mí. Pero no vienes.

Y me tienes desnuda, frente a ti, a mi madre también frente a ti. Soy ella y no pasa su tiempo en mí. Si al menos llegaras.

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Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
Ilustradora. Silvana Ávila, aka Miss Tutsi Pop, no es una cosa ni una categoría, al parecer es un verbo, un proceso en evolución, una función integral del universo.
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