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Obsesiones de un obeso en navidad o la compulsión de tener una nochebuena

En estos días se asoma más que de costumbre y anda rondando cualquier ojo de puerta lo que resulta muy extraño te digo un ojo asomándose por otro ojo para ver qué hay adentro y lo que encontrará son cerebros temporales te digo nervios temporales porque ese ojo no es un ojo de verdad y lo que está detrás de él no es suyo te digo lo que va detrás de él es lo que acecha en las casas llenas o en las vacías pero más en las llenas te digo donde la gente se junta para decirse lo que nunca se dice porque no es verdad unas veces y porque es demasiado verdad otras y se juntan te digo ahí para verse pero en vez de eso se abrazan y comen y comen para reventar para llenar el hueco de no verse te digo y de no decirse o para tapar lo que se dicen y que no se vuelva a escuchar hasta que de nuevo se junten un año después un año más y no nos vamos porque regresamos te digo porque siempre es aquí aunque me quiera ir pero te digo siempre aquí acecha eso que se mezcla en dulzores ásperos en colores artificiales te digo en figuras gordas un gran obeso que llega generoso pero nos dicen que la obesidad nos está matando te digo que acorrala que te atrapa el espacio que de tan gordo que eres ya no sales te digo las puertas se hacen chicas para las panzas grandes y te atrapa te digo solo así acaba el acecho te digo te atrapa.

 

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Escritora. Mar de nervios en esta carne contrahecha. Sentir, sentir, sentir. Y de ahí pensar. Y así decir. Y en todo eso vivir. Vivo colgada de la parte baja de la J en la palabra ojalá.

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