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Primavera

Ha llegado la primavera.
Es hora de tronar la espalda.
Llueven las flores, se entrelazan,
hacen giros; vienen a dar alegría sobre la tierra.
Las piedras se levantan heridas
a escupir de sus espíritus el azul del cielo.
¿Es posible ser discreto ante esto?
¿Mañana saldrá otro sol de turquesas?
Nuevamente no hay nube alguna
en todo el cielo redondo.

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Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia.

Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación!

La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar.

Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.

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No pares, ¡sigue leyendo!

Humo

Humo

La vida es un lugar, definitivamente. Uno puede irse de su vida y regresar más adelante o no volver si así lo desea…

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