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Recordando días de noche

De tiempos viejos, guardados. Es impresionante el efecto efervescente que producen estas imágenes en mis debilitadas glándulas lagrimales.

Día a día cada uno de estos seres tan queridos que ya no están, guardaron sus rostros con gestos fugaces. Algunos reflejando sus emociones a flor de piel, otros simplemente proponiendo una pose, todos con ropa que ya no se usa.

Todos estos días los estoy recordando en las noches. Todos los días a la misma hora se abre el cajón, se corre la caja de zapatos con utensilios, se inclina el tarro de tornillos de muchos tamaños y diferentes tipos de cabeza que algún día, de seguro, serán usados, cae el álbum al suelo, aún puedo escuchar cómo retumba en mis oídos el sonido:

Aquí están los que ya no están.

 

Ilustrador. Lo que nos da la propiedad de reyes o reinas es la vida misma y el hecho de que la vivamos personal e individualmente aun cuando sabemos que somos parte de un todo, aun cuando en los momentos más oscuros nos consuele saber que nuestras oscuras preguntas estén en la mente / espíritu / alma / esencia de otros.

Esa virtud innata de vivir es fuertemente enriquecida con la virtud de dar vida, de ser nosotros mismos canales para la creación de nuevos mundos que se impongan a la cuestionante y finita realidad.

Es allí donde creo confluir con este proyecto de creación colectiva, donde los ríos se cruzan aumentando su caudal para simplemente seguir irrigando (sí, también, por qué no, hasta llegar al mar).

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