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Hamelin

Ocho de la mañana y alguien atina a llamar a la puerta; a estas alturas ya todos me parecen Testigos de Jehová… ¿No ven que llueve, que intento descansar, que allá afuera parece noche cerrada? Un plácido sueño, tibio de caderas ondulantes, arruinado por un capricho.

Y encima el aliento atroz de este carnero escuálido me marea apenas bufa. Me mira con ojillos perdidos, a la distancia, contemplándome aburrido como si fuera pieza de museo (o peor: de galería). Como él muchos, y siempre me pregunto si miran todo de soslayo o si sencillamente son incapaces de prestar atención.

Él puede no importarme: es ella y sus manos de gacela. Y sus ojos que sonríen mientras habla: meliflua voz que me yergue, que me lleva a la resonancia de sus muslos. Es el jardín de violetas y lilas e irises de su pecho hinchado a cada soplo, campo mullido para hundirme en un sopor suave.

Pero su defecto es inexcusable y ostensiblemente triste, y cree que respondo a su llamado. Si supiera tan sólo lo que no se levanta a su orden, lo que no somete. Si supiera que soy yo quien mueve el sol para que brille en sitios oscuros.

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Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
Diseñadora gráfica e ilustradora del instituto departamental de Bellas Artes de Cali, Colombia. Creo y dibujo cuanta cosa se me ocurre y aquí se las dejo esperando que las disfruten.
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No pares, ¡sigue leyendo!

Carta hallada en el domicilio Real Jardín, número 14, Puebla de los Ángeles

Pena
Me apena mucho dirigirme a usted por medio de esta carta, esta declaración que nace de la necesidad de contarle lo que siento. Yo, que poco sé de cómo hablarle a una mujer de su condición, tan elegante y fina pero principalmente tan hermosa. Sé que en el momento en que reciba estas palabras, sentirá que de nada valen los intentos que desde el mes de mayo he realizado para poder platicar con usted. Pensará también que aquella tarde junto al portón de Morelos nada representó para mí y que mi vida ha sido la misma. Y no la culpo, pues mi cobardía de buscar los medios para acercarme a usted muestran indiferencia y no son dignos de un hombre.

Buena estrella

Comodidad

Karina es una de esas personas que nació con estrella. Buena en todo lo que se proponía se constituyó como artista y diseñadora…

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