Skip to content

Adios

Entonces quién o qué se mueve
en todo este «final»
si a la hoja seca por el suelo
no la mueve el viento ni la mueve la muerte

Loading

Me enseñaron a escribir y a contar desde los tres años con ayuda de naipes, corcholatas de colores y revistas de ciencia.

Mi televisión (de esas grandotas de madera ) no se veía, así que tenía que imaginarme lo que sucedía adentro, ¡oh imaginación!

La poesía es como un sol, adentro, único y salvado: respirar de sus manos amigas, como de pájaros azules que se vuelan por el cráneo, pisar el pasto seco y el aroma acuarela de los mercados, decir con sus jaulas las negras olas desnudas que me toman por el brazo; el sol ondula por encima, como un pálido disco blanco enjuagado. Cuando no trabajo en mi laboratorio me gusta salir a caminar mucho y visitar el océano, ¡ah! y los efectos psicodélicos de las guitarras jaguar.

Me gustan las puertas viejas y vencidas, los paseos sin sentido y el viento en la cara cuando voy en moto. No me gusta cortarme el cabello.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Hambre

Shots

Lo domina, su hambre es mórbida. Comenzó a meterse comida en la boca a los setenta kilos y, luego a los ochenta, tragaba…

Serenata

Llamada

Si los lobos aman a la luna y la luna a la oscuridad, entonces me arrodillo y entierro entre los arbustos mi mortalidad;…

Interferencia

Espíritu

Me dispararon al cruzar su espacio aéreo. Al encontrarme me levantaron y me dijeron que no las necesitaría más. Tomaron mis dos apéndices…

Canto

Sorpresa

Soy hombre cíclope porque puedo cruzar las invisibilidades Soy hombre bestia porque puedo andar por el bosque más húmedo y no ennegrezco Soy…

Volver arriba